

TESTIMONIOS
"No poder dejar de fumar era muy frustrante para mí. Después de un año de probar técnicas sin resultado conocí el método Sin Humo. Hice el tratamiento de forma individual y en pocos meses pude lograr el objetivo. Ganas, trabajo y continuidad fueron las claves para poder lograrlo"'
''Sin Humo es un tratamiento moderno, encarado desde otro lugar. Un lugar donde se contiene y acompaña a la persona según sus necesidades individuales para dejar el consumo de tabaco. Adrián y Adriana son unos profesionales increíbles que hacen un gran trabajo, no podría haberlo dejado sin su aporte. Gracias!''
El tratamiento grupal es clave para alguien como yo. Conocer personas que también están enfrentando este desafío me ayudó a motivarme y poder, con el paso de los meses, ir cumpliendo objetivos hasta dejar de fumar.
''Mi nombre es Javier. Siempre me consideré un deportista. Con el paso de los años vi afectada mi performance, mi rendimiento bajó a medida que subía mi frustración y enojo al ver que mis antiguos logros se convertían hoy día en metas inalcanzables. Fue en ese momento que me contacté con Adrián y empezamos ese camino de regresarme a mi centro, a ese deportista que alguna vez fui. Comencé cambiando algunos hábitos y poco a poco corriendo de la escena mi adicción a la nicotina. Hoy puedo decir que ya no fumo y soy quien elijo ser.
Adriana y Adrián llevan adelante los tiempos del tratamiento de una forma increíble, tanto en la etapa grupal como en la individual su apoyo y acompañamiento fue lo que marcó la diferencia y me ayudó a completar el tratamiento. Llevo 8 meses sin fumar y me siento mejor que nunca.
Empecé a fumar a los 12 años y llegué al punto de levantarme a medianoche a prenderme un pucho y toser todo el día. Me había acostumbrado a no subir ni dos pisos por escalera porque me agitaba. Me contactaron con Adrian y Adriana y hoy puedo decir es el día 422 desde que lo dejé.
Me siento libre y mi cuerpo responde a todo estímulo sin síntomas de intoxicación. Gracias !!!
Empecé a fumar como fumador social de chico, esos errores que uno comenté por ser cool. Con los años se volvió una adicción, intenté miles de veces dejar de fumar con todos los métodos, chicles de nicotina, parches, cigarrillo electrónico, etc. Cada fracaso era una frustración haciendo que fume cada vez más, pero siempre lo había intentado por mi cuenta.
Mi esposa me recomendó que vaya a Sin Humo, la primera entrevista la tuve con Adriana, fui descreído ya que había probado de todo, y nada me daba resultado. Luego de varias charlas con Adrián y Adriana logré hacer ese click mágico que un fumador necesita para no volver a fumar. La gente que conocí en el grupo fueron clave a lo largo del proceso, dejé de sentirme un bicho raro que no podía con el cigarrillo había otras personas a las que les pasaba casi lo mismo que a mí, aprendí a manejar de otra manera mis emociones y me metí en el mundo del running. Gracias...gracias...gracias....
Verdaderamente pude modificar y abandonar el cigarrillo, pasé por varios intentos fallidos pero gracias a los profesionales de
Sin Humo y el apoyo de mis compañeros, pude dejar de fumar..
Creo que si por mí hubiese sido, hoy posiblemente estaría fumando. Arranqué el tratamiento medio obligado por mis padres. Y fue gracias a mi psicólogo y su insistencia e iniciativa que empecé a intentarlo. No tuve un momento en el que dije "ahora sí, es el momento" fue intentarlo, volver a fumar, intentarlo, volver, y hubo un momento en el que la convicción fue otra. En el día a día, siempre siempre me sirvió hablar de mis ganas, aunque sea mencionarlos y decirlo, estar ocupado, si están fumando cerca mío correrme. El grupo al principio me resultaba re incómodo, no quería saber nada, pero de a poco fui sintiéndome más cómodo, al punto de no querer dejar de ir cuando me dijeron que ya estaba cumplido el proceso. Desde que lo dejé, hoy a 15 días de que sean 2 años, me di cuenta que fueron muy pocos los momentos que fumé porque me gustara, sino que fue siempre por lo que significaba o cómo creía que se veía. Era la excusa para salir a hablar con alguien, era lo que me acompañaba esperando en la calle, en el balcón, caminando, era una extensión de mi ansiedad.
Por suerte hoy ya no necesito más del cigarrrillo.
Dejar de fumar fue un proceso. Puedo decir que hace prácticamente un año lo venía diciendo pero siempre encontraba algún motivo para no hacerlo. Que la dieta, que el stress, que la falta de trabajo, en fin.... mi hijo me lo pedía constantemente ni eso me daba la voluntad para hacerlo. Afortunadamente, caí en manos de muy buenos profesionales. Psicólogo y psiquiatra y empecé a trabajar la posibilidad de hacerlo. Cuando estuve más fuerte en otras áreas, fue el momento donde pude tomar la decisión y decir basta, esto no lo quiero más. Con la ayuda del parche y constante contención profesional puedo decir 2 meses y medio después que lo he logrado. Aun tengo mucho camino para recorrer. Fue clave simultáneamente empezar a hacer deporte. No solo me ayudó con el tema de la ansiedad sino que también me hizo sentir la felicidad de tener más capacidad pulmonar . Como prueba me propuse empezar a subir más escaleras. y hoy puedo decir que hago mis 4 pisos sin sentir que me quedo sin aire. Me motiva para seguir y me siento mucho más vital..